Tras el discurso de Uagadugú, implementación de los compromisos

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En noviembre de 2017, el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, pronunció un discurso programático en Uagadugú. Con él, Francia y los países africanos entablan una relación nueva. Dirigiéndose en particular a los jóvenes, el presidente de la República Francesa abrió una nueva era en las relaciones entre Francia y África, era que se materializa con compromisos en ámbitos fundamentales para el futuro del continente basados en una relación con los países africanos más colaborativa.

La transformación de la relación fue central en la Nueva Cumbre África-Francia (NSAF, por sus siglas en francés) del día 8 de octubre de 2021 en Montpellier. La NSAF fue dedicada a los jóvenes de África y a los actores del cambio, y giró en torno a cinco grandes temáticas:

  • compromiso de la ciudadanía y democracia;
  • educación superior e investigación;
  • emprendimiento e innovación;
  • cultura;
  • deporte y desarrollo.

No debemos limitarnos a reconstruir juntos un diálogo franco-africano, sino que debemos reconstruir un proyecto entre ambos continentes, una relación nueva. Emmanuel Macron, discurso de Uagadugú, 27 de noviembre de 2017.

Prioridad a la educación

En 2050, la población de África alcanzará los 2500 millones de personas. Entre 2017 y 2020, 450 millones de jóvenes africanos entraron en el mercado laboral.
Si queremos aportar una respuesta al desafío demográfico a largo plazo, reforzar el crecimiento económico y luchar contra la desigualdad, la educación es una prioridad absoluta.

En el Foro Generación Igualdad celebrado en París en junio de 2021, el presidente de la República Francesa anunció que se aportaría la histórica suma de 333 millones de euros a la Alianza Mundial por la Educación (AME) para el periodo 2021-2026, la mitad de los cuales irán a parar a la educación de niñas y la educación en igualdad de género. Francia ya había decuplicado anteriormente su aportación a la AME, que para el periodo 2018-2020 se elevó a 200 millones de euros.

Francia también se compromete a duplicar el número de acuerdos de cooperación universitaria entre centros franceses y africanos de aquí a 2022. Desde esta lógica se ha desarrollado el hub educativo franco-costamarfileño, que a día de hoy cuenta con más de 95 asociaciones, o el campus franco-senegalés, con el que estudiantes africanos que cursan estudios en su país pueden obtener dobles titulaciones expedidas por centros franceses y nacionales.

Dar apoyo al emprendimiento y a la innovación

Con Choose Africa, un proyecto de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y BPI France, de 2018 a 2022 se realizará una inversión de 2500 millones de euros para apoyar a las jóvenes empresas innovadoras africanas. Otros dispositivos completan este compromiso, como el Social Inclusive Business Camp (SIBC), un programa de aceleración de empresas eficientes en el ámbito social, Digital Africa o la expedición de mil «pasaportes talento» al año a solicitantes africanos, posibilitando así que investigadores, artistas o empresarios africanos viajen a Francia para ganar en experiencia en su ámbito de especialidad.

La cultura, vector de un nuevo imaginario común

Construir un nuevo imaginario común implica aprender a mirar y entender el mundo desde un punto de vista africano. Éste era el papel de la Temporada África2020, ideada como una «invitación a ver el mundo desde un punto de vista africano». África2020 que tuvo que posponerse por la COVID-19, se celebró de diciembre de 2020 a septiembre de 2021. Cientos de artistas e intelectuales africanos pudieron dar a conocer sus creaciones en toda Francia.

Este nuevo diálogo cultural también incluye un proyecto inédito para la Francofonía y una reflexión para permitir que de aquí a cinco años «se devuelva a África, temporal o definitivamente, el patrimonio africano».

Enfrentarse mejor a los desafíos planteados por el cambio climático

«África, desde las orillas del lago Chad hasta la cuenca del Congo, está en primera línea de los efectos del cambio climático y puede estar también a la vanguardia de las soluciones». El clima y el medioambiente son factores que se tienen sistemáticamente en cuenta en los proyectos de desarrollo propuestos por Francia. Este apoyo se traduce, por ejemplo, en los programas piloto de la Alianza Solar Internacional o en el proyecto de metro de Abiyán. La Agencia Francesa de Desarrollo se ha convertido en el primer banco de desarrollo conforme con el Acuerdo de París al 100 %.

Por último, Francia cofinancia la iniciativa multilateral de la «Gran Muralla Verde» cuyo objetivo consiste en lugar contra la desertificación del suelo a lo largo de la franja del Sáhara y el Sahel.

Una ayuda al desarrollo más colaborativa

El compromiso expresado por el presidente de la República Francesa de aumentar la aportación de ayuda oficial al desarrollo de forma inédita se ha traducido en la aprobación por unanimidad de la ley de programación relativa al desarrollo solidario y la lucha contra las desigualdades en el mundo, cuyo objetivo es que la ayuda oficial al desarrollo de Francia acabe representando el 0,55 % de la renta nacional bruta. Más allá de estas cifras, la política de desarrollo está en fase de remodelación para ser más colaborativa y más cercana a los jóvenes africanos. La Alianza Sahel es un ejemplo concreto de ello: desde 2017, esta plataforma de cooperación internacional coordina más de 730 proyectos junto a los países del G5 Sahel para responder a todos sus desafíos actuales en los ámbitos demográfico, económico, social o de seguridad.

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África, aliada en la seguridad colectiva

La seguridad del continente europeo también depende de África. Por ello, Francia moviliza a las organizaciones internacionales y a sus socios para promover que se dé respuesta a desafíos como el terrorismo, los conflictos y la delincuencia organizada desde África. Esto pasa por dar apoyo a las operaciones de paz africanas, acompañando a la Unión Africana, o por la Fuerza Conjunta del G5 Sahel, a través de la cual cinco países llevan a cabo operaciones conjuntas de lucha contra el terrorismo.

La seguridad colectiva también progresa gracias a escuelas nacionales con vocación regional, abiertas a todos los directivos africanos especializados en cuestiones de seguridad, con el fin de reforzar sus conocimientos y compartir mejor los métodos de trabajo. Ya existen diecisiete escuelas de este tipo, entre las que figura la Academia Internacional de Lucha contra el Terrorismo de Abiyán. Se han llevado a buen puerto decenas de proyectos en una gran mayoría de países africanos. Repaso a los logros de Francia y de la red de cooperación francesa en África.

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